En espacios transitados por sombras y lamentos
se repliega la luz y pierde azules,
amordazado el aire de violáceas sorpresas.
Nada más que hacer,
no hay nada más que haga proscritos los presagios,
que crecen aliados con el incontenible tiempo.
Todo es incomprensión, todo descansa en lo opaco,
sólo el constante tañer de cristalizadas lágrimas
anuncian la llegada de un próximo exterminio
.