Alberto Durero 1507
Amor mio, siempre seremos dos
en nuestro andar por la vida en paralelo.
Tu roce seguirá persistíendo junto a mí
en el camino peregrino de sesiones,
y aunque anhelemos el agua con intensidad
y sea bálsamo en caricia repetida y húmeda,
es ella también la que nos hará perder
el color y las huellas en lo viscoso del barro.
3 comentarios:
Hermosa reflexión sobre estos dos clásicos recién restaurados. Un saludo
Un lujo disfrutar con las palabras que pones en boca de estas dos hermosas figuras.
Abrazo.
La hermosa vivencia de ser siempre dos. Abrazos.
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