Francis Millet

Francis Millet

domingo, 3 de octubre de 2010

Vicent van Gogh




Empecé a conocer a Vincent cuanto más tiempo dedicaba a su obra. Sin embargo él sería siempre para mí aquel chico raro, el joven solitario y excéntrico que no supo bien qué hacer con su vida. Había nacido en Zundert, a unos 15 kilómetros de Breda, un lugar de origen algo oscuro que me costó trabajo encontrar, y vivió en su infancia el ambiente calvinista de su casa, lo que no favoreció la relación con su padre. Me parece ver a aquel niño, falto de afecto, desconocedor de lo que le reservaba su corta vida. Ya con 16 años tuvo su primer empleo como vendedor de arte, y quizás sea en estos cuatro años que pasó en La Haya –los más felices y despreocupados que conozca- cuando empieza a interesarse por la pintura. Este período se alarga cuando es trasladado a la sucursal en Londres. Pero no parece que este trabajo le satisfaciera lo suficiente y lo da por terminado. Después de unos intentos de recobrar sus estudios, vuelve por cierto tiempo a casa de sus padres. La vida le tenía reservado otros planes.

He seguido sus pasos desde La Haya a Londres, desde esta ciudad a París y su regreso. Su vuelta definitiva a Francia. He leído las cartas a su hermano Theo, que siempre le apoyó. He observado sus pinturas y aquella obsesión –en sus comienzos- por la religión.Todo con el fin de saber más de él, de buscar explicación a su carácter, de poder comprender qué le hizo seguir el camino que tomó. Tuvo que sentirse muy frustrado al haber vendido sólo un cuadro mientras estaba en vida. Parece como si tuviera un presentimiento cuando dijo: llegará el tiempo en que descubrirán que mis cuadros son más valiosos que lo que he usado en pinturas. Tenía razón Vincent. Ahora, contemplando lo que considero broche final de su primera etapa –"Los comedores de patatas"- siento esa mano del artista, apresurada, poniendo en escena su preocupación por el mundo campesino. Haciendo verdad eso de decir con el pincel lo que no se puede decir en palabras.

Me gusta el Vincent de su época en París, con energías, con ganas de experimentar. Allí conoce a Toulouse-Lautrec, los impresionistas, y otros jóvenes como él que buscaban el triunfo por medio de la creatividad. Ya está olvidado lo oscuro de Nuenen. Es el momento de "Pere Tanguy", del empleo del color, la luz en su pintura, de interesarse por la naturaleza, de la importancia del paisaje. Y su encuentro con Gauguín, que dejará una marca intensa en sus vidas.

Vincent no ha tenido mucha suerte en su relaciones. Varias veces se ha visto rechazado. Enamorado de una joven que no le correspondía, intentó quemarse una mano. Desde entonces sus reacciones son imprevistas, peligrosamente apasionadas. Se ha instalado en Arles, en la "Casa amarilla", donde pinta "Girasoles". Invita a Gauguín. Pero su estancia termina tragicamente cuando después de una discusión e intento de ataque por parte de Vincent, este termina cortándose un trozo de una oreja. Desde ahora vivirá con el temor de perder sus facultades de pintar.

Ante su "Autorretrato" me asaltan las dudas. No es una mirada triste ni desvalida, pero es difícil llegar a saber la realidad de su comportamiento. Él mismo dijo lo mucho que costaba conocerse a sí mismo. En su pintura jugaba tanto con la verdad que la modificaba. Él era alguien que no daba importancia a las mentiras si estas eran más verdaderas que la verdad literal. Era sin lugar a dudas un hombre que sufría extremadamente esa soledad a la que sus circunstancias le habían condenado. Pero ¿fue ésto el motivo de su propia destrucción, o el no ver el éxito deseado? Se marcha a Auvers-sur-Oise. Su mano sigue fuerte y su pincel activo derrochando color y trazos.

Desde su "La noche estrellada" me hablan sus sentimientos. Se rebela el miedo en la intensidad y energía de las pinceladas, en el conflicto intenso de los contrastes. Hay movimiento, agilidad. Curvas y círculos. Se siente la violencia, la rebelión. Pero lo que más impresiona es el silencio. Es como una premonición.

Posiblemente no hay nada ya que pueda detenerlo. Dos días más tarde pone fin a su vida, su hermano Theo no lo abandonará ni un momento. Unos meses más tarde estarán ambos descansando en Auvers-sur-Oise.

2 comentarios:

Syr dijo...

Vincent vino a reemplazar a otro. Quizá, él mismo era otro, Pilar. No olvidemos que su primer hermano, Vicent, muere a los seis meses, exactamente un año justo antes de su nacimiento y por eso es bautizado como su hermano premuerto, inscribiéndolo en el registro civil con el mismo número, el 29. Es, pues un nacimiento "sustitutivo" que influirá en las relaciones paternas tan pronto como reconoce su propio nombre en la losa funeraria de su hermano.
Su frustrada carrera eclesiástica, el rechazo de su prima Kee y su boda impedida con la modelo prostituta Sien, tampoco contribuyeron a su estabilidad emocional.

Salud y románico

fgiucich dijo...

Gracias por esta excelente biografía. Abrazos.