Francis Millet

Francis Millet

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El año que siempre llega



Vuelve entre delirios de relojes y arrepentimientos. Tan atractivo como todo lo nuevo, sus promesas de una distinta fortuna me retienen con palabras de felicidad y éxito; todo un brindis que me seduce. Sensaciones que me acercan al pálpito de las mejores cosas que yo busco con empeño. Aunque no tengo prisas, es él quien me impone su presencia en noches compartidas con imágenes de cambios y diáfanos amaneceres, pasión in crescendo hasta un futuro que tendrá una conjugación perfecta, un carpe diem tan deseado siempre, una constante hacia lo eterno, que me olvido de estos días blancos en los que necesariamente tengo que dejar huellas. Tránsito que se insinúa con la impronta de los meses y la evidencia tenaz de lo distinto. Cuando se acabe su estímulo me arroparé en trémulos reproches, y él volverá de nuevo a robarme el espacio con la esencia de un declive armónico y sincronizado. Su tiempo se hará entonces pretérito.

domingo, 27 de diciembre de 2009

La llama encendida




A punto de nacer,
en las manos del hombre está tu dual destino:
fulgurante crisálida
entregada a los caprichos indómitos del aire,
divino iniciador, inaplacable aliento,
tu roce es dolor, purificación que impone
más allá de la propia muerte.
Eres luz hasta que te hacen fuego.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Eterna inquietud




"Frío e insípido es el consuelo
cuando no va envuelto en algún remedio" Platón,

No me gusta el invierno, aunque admiro su poder de persuasión que me confronta a lo oscuro camuflado en las horas y me acerca la ausencia y el desdén de las sesiones que le precedieron. Soy sensible al mensaje de su silencio que despierta en mí el rechazo y la congoja con cada uno de sus ciclos. No me gusta, aunque me seduzca con el blanco blando, el fuego de las chimeneas y el rojo de la Navidad. Son caracteres que le pertenecen en cierta manera, con los que trata de hacer chantaje a mi discernir. No tengo miedo de su caricia fría ni de la niebla donde los límites pierden lucidez; eso es sólo letargo para mi impaciencia. Pero la inquietud y desvelo que me produce hacen que trate de encontrar un rescoldo abrigado con los nombres de sus rivales en constante regresión. Todo inutil. El invierno habla su propio lenguaje con un atractivo que desordena de asombros los días, y yo me siento perdida en el laberinto de una travesía que cada vez me limita más.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Paisaje nevado




Aquietado el aire en el frío blanco de la tarde,
trazan las horas pinceladas de violeta en el cielo.
Solo una rama quiebra el silencio y cae
sobre un camino, donde no florecen las huellas de los pasos.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El otoño



Mary Brewster Hazelton (1868-1953)
*********
Tu otoño ha invadido silenciosamente
los íntimos rincones de mi alma,
acompañándome en esta hora de brujas,
haciéndome sentir la tristeza de las tardes ocre
en la soledad que produce el silencio,
pero la brisa no ha podido robarme las ilusiones
y al igual que a ti, tambien me quedan
las esperanzas y el sueño,
justamente por eso no quiero morir
ni que mueran otros.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Razón áurea ... et omnia vanitas




La palabra ombligo me ha producido siempre desvelos y dudas, y un cierto temor ante el resquicio abierto en mi piel. Palabra blanda de cicatriz mal cerrada que había perdido su identidad, hasta que descubrí otras definiciones y volúmenes en su entorno: fue piedra y mármol en manos de dioses, y punto de discordia para precisar los cánones de una belleza ideal. Esto me ha hecho cómplice de la vida desnuda que trazó Da Vinci, diseñador de la ideal armonía, y que convirtió al ombligo en parte de esa razón críptica que rodea al hombre. Ahora hablar del ombligo no es cosa que me lleva al éxtasis, pero ambos sabemos suficiente de nuestros contrastes geométricos, de esa proporción numérica – la razón áurea – para que sigamos intentando llegar al "número 10": él como el perfecto centro de mis líneas, curvas, planos, alturas, y volúmenes, y yo la cuadratura que encierra el más perfecto círculo. ¿Lo demás? ... lo demás es solo eso: omnia vanitas.

jueves, 3 de diciembre de 2009



Pierre Auguste Renoir


Acosada por las dudas
me arrancas de mi entorno:
intentas rescatar de mi memoria
la verdad de la pasión que desconoces…

… Sólo mis pétalos saben
del sabor de la derrota.

¿Qué buscas más en mí que pueda darte,
si aún siento el dolor en mís raíces?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Crepúsculo

(Con un saludo para todos mis amigos, desde Málaga)




Metlicovitz (1868-1944)


El sol ya decaído se retiró a su oscuro reino y el cielo en su horizonte se hizo violeta. La bulliciosa vida ha quedado muda y espera que la noche se vista su traje ceniciento. Sobre la mesa muere en un vaso una rosa olvidada y en el rincón un piano descansa, hasta que llegue la mano que le haga reír ...

Díme, ¿es esta la hora mística y dorada de que hablan los poetas?

viernes, 13 de noviembre de 2009

Nostalgia




Aún quedan en su memoria aquellas tardes de verano:
el terral que ondulaba perezoso la luz en el jardín
y hacia crujir la crinolina almidonada.
Los sueños que iba dejando caer
entregada a un mar que quitaba la sed a sus raíces
y ese enevitable desgaste de voz
de un gramófono cansado de girar ante la mirada en sepia de las fotos.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Dolor



Gabriel Metsu 1665
Rijksmuseum, Amsterdam
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El dolor robustece la penuria del tortuoso paisaje.
Un rito cotidiano comprime los cristalizados sueños
y hace gritar la pasibilidad desfallecida de la voz.
Súbitos rechazos muestran la presencia hiriente
de lo inevitable, embozando tiránicas máscaras
en los recodos desconocidos del pensamiento.
El miedo es el que siempre deja
profundas huellas sobre la piel.

martes, 20 de octubre de 2009

Todo ángeles



(febrero 2009: museum Catharijneconvent; en Utrecht)



Sólo silencios
y el vibrar del aire
como caricias turbadas.

Sólo armonía de incognitas y luces,
sutil hálito
que planea desde el pretil de los azules
a las puertas del sueño.

Sólo ángeles,
materia incorpórea atrapada en el tiempo y los hombres,
la esencia
que el pincel del pintor
descubre inasible.



"Y puso querubines al oriente del huerto, con espadas encendidas,
para que guardaran el camino al Árbol de la Vida"
(Génesis)


Hoy nieva blanco, con pereza, el aire es sólo un susurro quebrado. Este es un tiempo de ángeles, de horas alargadas con sentido de eternidad. Es tiempo de ángeles huérfanos de palabras, que buscan cobijo en la calma y el silencio que les ofrece este museo y que, con un estilo diferente, los reune en una historia contada a través de los siglos.

Es un mundo complicado y contradictorio, el de los ángeles; un cosmo de tres dimensiones, cielo, tierra e infierno, para los ángeles buenos y los malos. Sin embargo, ellos han sido siempre fuente de inspiración para el arte. ¡Cómo explicar esta fecunda fascinación que ejercen sobre el hombre desde el momento que éste fue arrojado del Jardín del Eden! ¿Es un sentimiento emocional, una intuición o una fantasía? Según una tesis del sicólogo Julian Jaynes sobre el origen de nuestra conciencia, es una cierta nostalgia hacia lo divino lo que nos atrae de los ángeles.

La creencia en ellos es tan antigua como la propia humanidad, pero ¿qué sabemos de estos seres alados y misteriosos, que se presentan como mensajeros entre el cielo y la tierra? No recuerdo descripción exacta de ellos en el Antiguo Testamento y es en el relato de la resurreción de Jesús, de San Mateo, donde se dice del ángel sentado sobre la piedra del sepulcro: "su aspecto era como el relámpago y su vestido como la nieve". En el arte encontramos ángeles de todas clases y tamaños, generalmente varones jóvenes, unos con espadas ardiendo y mirada severa; otros, devotos, protectores. Incluso fueron representados como soldados equipados lujosamente, los "ángeles arcabuceros". Tampoco podemos olvidar a aquellos que mostraron su lado belicoso y siguieron el camino de Lucifer. Óleos e ilustraciones de libros, esculturas, vestimentas religiosas, plata, iconos y miniaturas medievales, son los medios empleados por el artista para revelar el papel de los ángeles en el mundo del hombre.

Los ángeles que encuentro en el museo transitan en el Arte como criaturas solícitas y de prestigio. Paisajes, luces en reposo, naturaleza sin horizontes, son el entorno donde hacen y deshacen promesas y equívocos. Imágenes de estos personajes celestiales aparecen ya en antiguas culturas; la que es conocida como la más antigua es del siglo II y se encuentra en la catacumba Priscilla en Roma. Desde entonces muchos han sido los que se sintieron capaces de plasmar lo etéreo o terrenal de estas figuras aladas. Pintores como Murillo, El Greco y Zurbarán, entre otros, dejaron constancia de los ángeles en algunas de sus obras.

Los ángeles están de moda: en los anuncios, en los libros, en el cine y en la música, incluso en tarjetas postales o como adornos de joyería o decoración. Los que expone este museo son ángeles de todas las épocas y todas las religiones, como mensajeros o servidores de Dios, ángeles y su jerarquía –arcángeles, querubines y serafines-, los que aparecen en textos sin nombres y los que están en la Bíblia. Todos ángeles, en los pinceles de viejos maestros y en los de una nueva generación. Iluminados por la luz del museo se transforman en activos y sociables personajes de leyendas y parábolas, atrayentes o temidas apariciones en un escenario bíblico irrealizable.

En especial destaco un cuadro de Jacob Cornelisz. van Oostsanen, realizado entre 1512 a 1516. En el lienzo vemos a la Virgen María rodeada de ángeles que tocan diversos instrumentos de música, sujetando con la mano derecha al Niño sentado sobre una mesa, en la que hay también una cesta con cerezas, símbolo de la resurrección de Cristo. Lo primero que llama la atención es la cara del niño con una expresión difícil de definir, y su desnudez en llamativo contraste con las ricas telas que luce María. El cuadro tiene dos paneles laterales que no se incluyen en la exposición y que se encuentran hoy día en el Museo del Arte en Düsseldorf.

Jacob Cornelisz. van Oostsanen nació alrededor de 1470 en Holanda. Sus comienzos como pintor fueron en un tiempo en el que el Gótico dominaba el arte en este país, aunque ya se puede observar en su obra –asombrosamente rica en detalles– la influencia del renacimiento. También él fue uno de los primeros pintores en Holanda en hacer uso del "tramado fino", líneas que servían de ayuda para trazar el planteamiento de lo que sería plasmado en el cuadro. Jacob Cornelisz. van Oostsanen fue un pintor popular y de éxito entre un numeroso público. De muchas de sus obras existen copias realizadas por alumnos suyos y ayudantes en su taller de trabajo.

Sin embargo, lo que a mí me resultó muy curioso es descubrir cómo el tema que se representa en el cuadro que muestra el museo –María con Niño y ángeles tocando música- ha sido tomado como modelo para una nueva obra que podría hacer pensar en que estás ante una copia. Nada mas lejos de la verdad. Se trata de un tríptico fechado en 1518, que se encuentra en el Museo para Arte Religioso, en Uden (Holanda). Esta tabla está realizada en el taller de pintura de Jacob Cornelisz. por uno de sus alumnos o ayudantes. A primera vista todo parece estar igual; en el panel central María y el Niño se encuentran situados en la misma posición que presenta la obra del maestro, excepto uno de los angelitos que ha sido colocado más a la izquierda y en segundo plano. Además, hay otras diferencias como el pañuelo blanco que cubre parcialmente la cabeza a María, y un cielo con ángeles en la parte superior. El fondo del cuadro también difiere del anterior. Todo esto hace que la obra sea mucho más que una simple copia, que tenga carácter y una propia alma. Todo esto muestra que no sólo son los trazos los que hacen verdad la imagen, sino lo incorpóreo, el hálito sutil, la esencia que –aunque inasible– el pintor nos la descubre, cómo los ángeles.


www.allemaalengelen.nl/tentoonstelling
www.codart.nl/exhibitions/details/1710/
www.vimeo.com/1810108

viernes, 16 de octubre de 2009

Espera



Edward Cucuel (americano, 1875-1954)

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No quema el aire
sino su ardiente aliento
que consume la paciente espera
con el indolente goteo sobre su piel:
destellos encendidos de vida
entre las titubeantes sombras.

sábado, 10 de octubre de 2009

El abrazo en el puerta dorada




Giotto, 1302-1305 (Padua)

Prender la belleza. Descubrir la callada pasión encerrada en el círculo virginal de un abrazo. Desbordar el límite de lo posible. El pintor se enfrenta a la historia en el alba de sus frescos, desplegando conceptos que superan lo pactado y hace suya la ilusión del espacio. Rebelde, se precipita en el tiempo, que le recibe entre torradas sombras y humildes dorados, siendo testigo de unas nupcias en las puertas de la ciudad.

sábado, 3 de octubre de 2009

Memorias de verano



Es tan mullido el aire,
tan blando su empuje,
me reconforta
su deslizar seguro y tierno
como caricia suave de las aguas.
Revive los recuerdos
de un tiempo dulce de verano
junto a un río libre y sin leyes,
con siestas obligadas,
horas de lecturas
y playa a las cinco de la tarde …

Es tan distinto este aire
que me abraza ahora.

jueves, 10 de septiembre de 2009

En la Ruta Jacobea



El sábado 12 estaré en Oviedo: el Camino Primitvo y Santiago me esperan.
Para todos vosotros que seguís mis letras:
gracias por estar ahí y ser tan generosos con vuestros comentarios.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Ella piensa ...

Richard Treaster, 1932-2002 (Ohio, Estados Unidos)


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Ella piensa
lo que no se atreve a decir con la mirada:
soy más que una esbozada silueta,
más que el curvado vértigo
de unos trazos de líneas y sombras,
soy más que esa piel que el pintor me ha dado
en el silencio de la tela.

jueves, 27 de agosto de 2009

La esencia de Jan van Scorel

Sacerdote, diplomático, ingeniero, pintor apasionado y fértil, y todavía le quedó tiempo para ser en varias ocasiones peregrino a Tierra Santa. Jan van Scorel responde así a la imagen moderna del hombre en el Renacimiento, "que puede hacer todo lo que quiere" con habilidad y conocimientos suficientes para destacar en las más diversas disciplinas; una vida nada habitual para quien como él era hijo bastardo de un párroco en el pueblecito costero Schoorl, al noroeste de los Países Bajos. A pesar de todas estas cualidades, Jan van Scorel seguía siendo para mí un personaje envuelto en el discreto encanto del silencio, y esto me hacía difícil intuir la esencia de su pintura: símbolos, espacios, matices, un lenguaje que daba sentido a la época que le tocó vivir.

El Renacimiento fue una época de grandes hechos, que dieron un cambio radical al mundo conocido hasta entonces. Se inventó la imprenta, se hicieron largos viajes y fueron descubiertas y conquistadas nuevas tierras. Fue también el tiempo de las reformas religiosas. Las Artes florecieron. Poetas, escultores, arquitectos y pintores se inspiraban en asuntos profanos y en los clásicos de la Antigüedad. Italia, en particular Florencia, era el centro del Arte, y Leonardo da Vinci un ejemplo de la figura del hombre en el Renacimiento.

Jan van Scorel visitó Italia en los años 1520 hasta 1523. Allí fue nombrado por Adriano VI, único papa de origen holandés, administrador de la colección de arte del Vaticano. El conocimiento de los grandes maestros como Rafael, Miguel Ángel y Leonardo, quedaría reflejado en la composición y estilo de su pintura, en el color, en la luz. Una vez de regreso en Flandes, dio a conocer las nuevas ideas y formas del Renacimiento italiano, atrayendo un gran número de alumnos a su taller de trabajo en Utrecht y Haarlem.

Estos días está su obra en el Museo Central en Utrecht. Era una oportunidad muy deseada por mí para llegar hasta el fondo de este pintor que, a pesar de ocupar un lugar importante en la vida artística de Holanda, su figura no arrastra multitudes como ocurre con Rembrandt, Vermeer o Rubens. El museo presenta unas sesenta obras, la mayoría son de Jan van Scorel aunque también entre ellas hay algunas que pueden ser adjudicadas a pintores próximos a su entorno. Lo expuesto me da a conocer a un hombre activo y seguro de sí mismo, interesado en las más variadas materias y sobre todo se aprecia la armonía en su trabajo, el cuidado dedicado a la composición, a los paisajes y al contraste en los colores. Paneles con representaciones bíblicas, peregrinos en camino hacia Jerusalen, trípticos, maravillosos retratos, tienen un lenguaje persuasivo y brillante que traduce los esfuerzos de un artista que cuida al extremos los detalles. En el panel "Bautizo de Cristo en el Jordán", pintado durante su estancia en Haarlem, los trazos brillantes e inquietos hacen resplandecer las figuras y da movimiento -y una cierta alegría- a la escena representada.

Verdaderamente, Jan van Scorel, era un artista "que hizo todo lo que quiso" con los pinceles, con habilidad y conocimiento tal como corresponde a un hombre destacado de su época. Fértil y exuberante en sus pinturas, admirado en las cortes europeas, con benefactores como Enrique III de Nassau y Floris van Egmond, se relacionó con personajes importantes de la sociedad donde vivió. Pero esta exposición me hace ver también a un Jan van Scorel sensitivo, todo sentimiento, capaz de dejar que sea el corazón el que maneje sus pinceles. El precioso retrato de Agatha van Schoonhoven, que ha sido cedido temporalmente al Museo Central por la Galeria Doria Pamphili en Roma, nos cuenta la historia íntima de una relación que duró hasta la muerte del pintor en 1562, y de la que nacieron seis hijos. En la mirada de Ágatha hay un aire transparente de discreción que no oculta su interior equilibrado, pero solamente Jan van Scorel conoce el secreto de sus promesas en la sonrisa cómplice que los une. Es lo que yo llamo el discreto encanto del silencio.


Fuentes
http://www.centraalmuseum.nl/page.ocl?pageid=67&expo_id=197&filter
http://nl.wikipedia.org/wiki/Jan_van_Scorel

(publicado antes en: Revista Alenarte)

viernes, 10 de julio de 2009

¡Vacaciones!


William Merrit Chase (nacido en Indiana, Estados Unidos 1849-1916)
Para todos unas alegres vacaciones y un felíz regreso.
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No todas las gaviotas traen sabor a mar
cuando me acercan imágenes prestadas del azul.
Sus alas toman el blanco del amanecer,
grisáceo tinte que viste auroras de desánimos.
Depresivas merodean un espacio desinteresado de color,
irritando nubes y asustadas mariposas.
No son éstas las gaviotas que esperaba ver aquí,
sino aquellas que hicieron su hogar en la Farola,
las que llevaban aroma tíbia de sal,
del espeto y las moragas en las noches de verano.
Estas no saben reír,ni sobrevolar el tiempo adormecido.
Solo conocen el olor del arenque y la humedad,arcoiris y el silencio del agua absorta y sin palabras.

martes, 30 de junio de 2009

Esperando el verano

Santiago Rusiñol Prats
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Aún espera mi jardín la caricia encendida, la luz migratoria y cómplice del verano.
Aún espera que cambie el gesto descortés y distante,
que repare la faz de un poniente sin sombras y sin nombres.
En mi jardín, lunas que evaden su obligación y nidos que no funcionan,
un parasol depresivo, una rama quebrada, nada;
tanta carencia cercena azules y contradice el aire con presagios de otoños.
Estas tardes occiosas en mi jardín se respira un acento umbrío y cierta humedad
que dota las pupilas de tibias resonancias.
Un vencejo sin conocer el ritual, rosas, claveles y dalias, y un gato, siempre un gato en mi jardín, que implacable no deja de explorar fronteras ineludibles.
Mientras,
en mi jardín,
espera que se haga verdad el relevo perpetuo de los tiempos.

domingo, 28 de junio de 2009

"El niño azul"


Mary Cassatt, 1844-1926
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En el desván descubierto de nuestra infancia
la luz fecunda el espacio de vibraciones;
pronto habrá cumplido el tiempo con su ciclo:
la esperanza está de parto sin fronteras.

Ya ha sido preparada la cuna
para el próximo futuro.

domingo, 21 de junio de 2009

Luna saliendo sobre el mar

Caspar David Friederich (1774)
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¡Qué empeño en volver, en imponernos tu dualidad,
ese afán de ir y venir repitiendo tus periódicas visitas,
el juego de dejarse mirar y desaparecer
con el temor de perderte en una completa entrega
y ese empeño en no querernos mostrar
el lado oculto de tu tristeza! …
¿No sabes que no podemos manipularte?

La jóven de la perla


[Vermeer]
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En la íntima soledad del cuadro
el furtivo sol se hace confidente
y descubre al pintor el secreto de tus ojos
en esa sonrisa de Gioconda entristecida
que entreabre tus labios confesando el deseo….
¿Qué esperas? … De sobra sabes que tienes ya perdida la batalla.

jueves, 18 de junio de 2009

Arrebato

Storm at Dutch Coast
Andreas Achenbach (1815-1910)
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Arrebato
que traduce en ti todas las lluvias pronunciadas
con la violencia vertical de tu lenguaje
en un ancestral sonido
y hace desfallecer la luz
en descarados insomnios y ausencias.

miércoles, 17 de junio de 2009

After the Dance


Lawrence Alma-Tadema (1836-1912)
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Despertaré,
me acercaré a ti
para marcar en el aire el círculo desnudo de los días
y entregarme a la promesa de tus brazos
con la voluble intensidad de mi carácter.

jueves, 11 de junio de 2009

Rosas

Alma Tadema (1836-1912)

Las rosas de Heliogábalo

Desnudas, tus raíces
se sumergen en el húmedo silencio
que respiran.

Hay timidez en lo inmóvil de la imagen,
hasta ocultar el color en las asumidas sombras.

La luz nos descubre el secreto
de tus pétalos:
renacen cada día, al despuntar el alba.

domingo, 7 de junio de 2009

El tiempo es un camino

Robert Anning Bell (Londres, 1863-1933)
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Somos cosecha del tiempo transcurrido
donde crecen las ramas de nuestras vida :
raíces que mantienen el camino perdido en un infinito devenir.

domingo, 31 de mayo de 2009

Tiempo irascible


Francesco Hayez (Venecia 1791-Milán 1882)
Romanticismo italiano
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En la intimidad de nuestros iris
la sed del tiempo consume las raíces
con una cierta herida extraviada,
naufragios que se repiten
en un oscuro retorno de renuncias y olvidos
donde acecha el éxodo de los años
y el grito ávido de las fieras como único lenguaje.
Hay sombras en el umbral de lo abstracto,
números infinitos
que se conforman con incisiva fatiga,
días de declive y timidez
preñados de la semilla destructora del hombre,
y hay miedo al devenir,
a la cadencia líquida de las mareas,
esa rutina que acaricia nuestra piel
y nos sorprende con el carácter irascible del destino.

jueves, 21 de mayo de 2009

La condesa de Chinchón


Condesa de Chinchón
Óleo sobre lienzo
Goya
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Era inevitable acercarme a tí atraída por esa sensación de luz que hace resaltar el blanco. Contrasta la indiferencia con que pareces mirar lo que es tu nueva casa, y que no ha podido perturbar la presencia cercana de quien te hizo comodín en el juego de discordias y prebendas. Es ese silencio el que se impone al negro decorado que fue tu vida, y deja que sea el tiempo el que traiga aquella paz que te debía el nombre. En la confianza que te da el oscuro interior olvidas los caprichos palatinos de entonces, cuando esperabas la promesa de tu vientre grávido. Era el pincel el que acariciaba tu soledad de princesa desairada y triste, y sólo las sombras daban color al óleo que silenciaba el devenir de tu historia.

martes, 19 de mayo de 2009

Hay de esos días ...


Piotr Alberti (Rusia, 1918-1994)

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Hay de esos días….
que al corazón le nacen alas,
vuela alto, por encima de los sueños,
buscando en los caminos infinitos de la memoria.

Hay de esos días…..
que a los piés le nacen alas,
danzan en silencio, por encima de las nubes,
buscando en los caminos perdidos del recuerdo.

Hay de esos días….
que al alma le nacen alas,
y alza el vuelo, hasta más allá de las estrellas,
buscando en los caminos escondidos del deseo.

Hay de esos días que no encuentro,
perdidos en la triste realidad del desengaño.

sábado, 9 de mayo de 2009

"Harwich Lighthouse"



John Constable (1776-1832)

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Silencios y ocres,

horizonte abierto,

luz entregada en su derrota

y una soledad que se resiste a la pereza,

atrapando el ultimo suspiro de la inacaba tarde.

domingo, 3 de mayo de 2009

Vazquez Díaz, en Málaga

Daniel Vázquez Díaz, colección Mapfre

En la sala de exposiciones de la Fundación Picasso
Plaza de la Merced, Málaga

Exposición de 70 dibujos y una serie de pinturas


Vázquez Díaz, Nerva (Huelva,1882) pone su sello personal en la pintura del siglo XX. Su obra tiene un carácter moderado y tradicional, aunque está también abierto hacia lo moderno. La colección de dibujos "Hombres de mi tiempo" es una muestra de admiración y amistad a personajes tanto del mundo intelectual, como artístico, político y social de España y del París de su época. Entre ellos están Juan Ramón Jimenez, Unamuno, el Duque de Alba, Picasso, Ortega y Gasset, Antonio Bienvenida, María Guerrero, etc,

De la pintura expuesta destaca el retrato que hizo a su esposa y a su hijo, "Eva y Rafaelito", con una expresión contenida y un colorido moderado como era su estilo, pero que nos hace entrar en una parte íntima de su vida. Otro de los cuadros, "La Alameda de Fuenterrabía", tiene un acento de la admiración que sintió por la pintura de Cézanne.

La exposición estará hasta el 31 de mayo de 2009

martes, 28 de abril de 2009

Van Gogh y los colores de la noche


Museo Van Gogh, en Amsterdam.
Exposición: del 13 de marzo al 7 de junio 2009


"A menudo, la noche me parece más viva y colorida que el día" (Van Gogh)

Estas palabras del pintor nos hace conscientes de la predilección que sentía por esas horas oscuras, momentos para reflexionar que él consideraba fuente de inspiración y creatividad. Saber esto ha sido un paso más que me acerca a Van Gogh, pero descubro que aún me falta mucho para conocerle del todo. Pienso que siempre habrá un algo en él que quedará desconocido para nosotros, aunque su vida esté reflejada en las cientos de cartas que escribió. Su correspondencia se destaca por la sensibilidad que mostraba en las descripciones de los lugares y los paisajes que le rodeaban. A través de estas cartas conocemos también sus reflexiones sobre arte, colores, religión y literatura, e incluso nos muestran bocetos de sus dibujos y pinturas por realizar. De lo que no hay duda es de que su carácter –a veces introvertido e inseguro de su capacidad artística, y otras veces temperamental, irascible pero también sensible e impresionable- tuvo una gran influencia en el camino que siguió su vida y en las decisiones que dieron por resultado toda su obra, por aquel entonces no valorada ya que en opinión de algunos él no sería capaz de hacer algo de importancia.

El Van Gogh que presenta el museo es un hombre autodidacta, interesado en la esencia de la vida, con amor por la naturaleza y el arte, pero también inseguro de su capacidad y decepcionado en otras ocasiones. Empieza su carrera artística observando a los antiguos maestros, entre ellos Rembrandt. Aprende con la práctica, dibujando paisajes y campesinos, trazos sobrios, siluetas, molinos, puentes, cabañas, Casas de campo, con un ambiente acogedor y algo melancólico, quizás bajo la influencia del poema de François Coppée, Tristement. Se siente atraído por la lectura de Heine, Bretón, Goethe, Victor Hugo. Se ejercita en pintar lo oscuro "que no deja de ser color", y de esta forma realiza su obra Los comedores de patatas con una semblanza oscura y deprimente de la vida rural, tan oscura resultó que pensó en pintarlo de nuevo; no sucedió. A su llegada a París se le presentan nuevas perspectivas de experimentar con los colores al conocer las obras de François Miller, Delacroix y Toulouse-Lautrec y de impresionistas como Edouard Manet, Paul Signac, Claude Monet, que le ponen en contacto con la luz. Y esa luz le sorprende en la Provenza, en Arlés, en La casa amarilla, en Los girasoles.

Siente una especial atracción por los ciclos de la naturaleza, la siembra, el período de floración y la cosecha y su semejanza con la vida del hombre, nacimiento, madurez, muerte. Cipreses, olivos, almendros, campos, en ese paisaje grávido, fértil, desde donde le llega la voz del trigo, encuentra material de inspiración para su obra. De esta etapa hay dos versiones de El sembrador las que muestra el museo. Van Gogh lucha contra los demonios que le agreden apoderándose de su voluntad con ideas de delirio, y sigue pintando, una vez ingresado en el hospital, el espacio que alcanza a ver desde la ventana de su habitación, el jardín, el patio. A su hermano le escribe que, a veces, se levanta de noche para asomarse al exterior y respirar el aire de esas horas silenciosas. Más tarde, cuando esté internado en el hospital de Saint Paul de Mausole, dispondrá de una habitación propia y espacio para un taller de pintura.

Van Gogh tiene preferencia por la noche, a la que asocia con la poesía. Le gusta trabajar en esas horas oscuras de las que dice recibe energía. Esta inclinación por las horas del crepúsculo y de la noche –quizás influencias de una época de luces de gas, farolas y Nocturnos de Chopin- era también una tendencia de la Escuela de Barbizon, admirada y seguida al principio por el pintor, aunque Van Gogh aportó un estilo propio, más llamativo en colores y en el movimiento del pincel. Toda esta exposición de Van Gogh y los colores de la noche está dedicada a las representaciones de esas horas nocturnas y del anochecer, combinándolas con los temas de la vida. Sin embargo, Vincent van Gogh seguía preguntándose cuándo pintará un cielo estrellado, ese cuadro que tiene constante en la cabeza. Decía, "con frecuencia tengo la sensación de que la noche es más rica en colores que el día; violeta, azul y los más intensos tintes verdes". Y lo que podría parecer un imposible, pintar un paisaje en la oscuridad, fue una realidad haciendo uso de la imaginación o quizás los sueños. En La noche estrellada sobre el Ródano, el protagonismo lo alcanzan las estrellas con su halo amarillo y las luces de gas difuminadas en el agua. La silueta de la ciudad de Arlés permanece callada, y unos pequeños toques de verdes y azules iluminan la composición. En primer plano una pareja en su propio sueño. La segunda Noche estrellada fue pintada en las horas del día, desde la ventana del sanatorio de Saint-Demy, trece meses antes de morir. Los trazos son vigorosos, de una fuerza abrumadora. El cielo intenso en el color y en continuo movimiento en espiral, las colinas de Alpilles al fondo y en el centro el pueblo con una torre de aguja en la iglesia, que te hace pensar más en algún lugar de Holanda. El ciprés determina la línea del horizonte. Y siempre presentes las estrellas tal como las soñaba el pintor.

En estas salas del museo se percibe la presencia de un Vincent inquieto, poético con sus pinceles, vulnerable en los sentimientos, que ama el arte por encima de todas las cosas, convencido de su destino de pintor cuando escribe "... y el plan que me he propuesto para mi vida es hacer tántas y tan buenas pinturas y dibujos como pueda". Una exposición única e incomparable sobre la fascinación de Vincent van Gogh por las horas oscuras, el crepúsculo y la noche, y en la que la vida, la naturaleza, la poesía, las emociones, y sus miedos tienen un lugar preferente en su obra, y que aquí se presenta como una precursora del arte moderno por lo llamativo de los colores y lo rítmico del pincel.



http://vangogh.artgroup.com/nl/catalog.aspx?cid=848
http://www.galeries.nl/mnexpo.asp?exponr=41400
http://www.famousartistsgallery.com/gallery/vangogh-sn.html

Anteriormente publicado en: http://alenarterevista.wordpress.com/

domingo, 29 de marzo de 2009

¡Vacaciones!

Estaré unas semanas de vacaciones en el sur.

jueves, 26 de marzo de 2009

Grandes amores para un museo

Retrato de un hombre viejo (Rembrandt)


Tengo una pregunta para ti: si tuvieras que organizar una exposición, ¿qué tres obras de arte no deben de faltar en tu museo? No sé si te será difícil dar respuesta con este límite impuesto, pero más difícil será estar de acuerdo con esa elección si se ha hecho desde el sentido de la belleza. El problema está en si definimos la belleza en el arte como un ideal que el artista persigue y que sensibiliza nuestro sentido estético, o como la propiedad, el carácter, que nos hace amarlas por lo que son. En cualquier caso, el concepto de la belleza es algo personal que está relacionado con las sensaciones que nos provoca su contemplación, y que se acerca al pensamiento del filósofo Emanuel Kant cuando dice: la belleza es lo que gusta de un objeto, de una manera general sin que tenga que ser útil necesariamente.

Tampoco lo ha tenido fácil la Fundación holandesa Rembrandt, que desde sus inicios en1883 tiene por objetivo apoyar económicamente, mediante préstamos y donativos, los museos holandeses en la compra de importantes obras de arte. Para celebrar este ciento veinte y cinco aniversario de su existencia, ha organizado la exposición "125 Grandes amores" en el Museo Van Gogh en Amsterdam. Más de treinta museos holandeses muestran, por una sóla vez juntos, una selección de las mejores obras que han adquirido con la ayuda de la Fundación.
Su meta ha sido, desde el principio, conservar para Holanda sus obras de arte más destacadas cuando los museos apenas disponían de medios para adquirirlas. Gracias a ello, lienzos de Rembrandt y Vermeer tienen su sitio en museos holandeses. Más tarde esta finalidad se ha extendido al arte extranjero y moderno, que forman también parte de la colección. Ahora se muestran al público ciento veinticinco de las más importantes y notables de estas obras, ciento veinticinco grandes amores.

¿Qué es lo que hace brotar el amor por una determinada obra de arte, es su historia y pasado, es la estética, es el valor lo que nos atrae o es su funcionabilidad si la tiene? Yo no creo en reglas que inciten a considerar estos valores iniciales, sí en la existencia de una energía insondable en las obras, que nos acerca al artista y provoca en cada uno de nosotros una espiral de emociones de atración o rechazo. Esto ha sido sin duda alguna uno de los conceptos que se ha tenido en cuenta para la elección de estas ciento veinticinco obras expuestas en el museo, como igualmente para su distribución y acomodo en las salas por el diseñador y el director del evento. Así encontramos en el museo tanto obras de viejos maestros holandeses como de mas allá de sus fronteras: Johannes Vermeer, Fra Angélico, Jan Steen, Giambattista Moroni, Johannes Verspronck, Goya, Rembrandt, Jan van Goyen, y otros; igualmente piezas del arte moderno y contemporáneo: Frank Lloyd Wright, Alma Tadena, Matisse, Odilon Rondon, Manet, Chagall, Rietveld, incluso una pequeña escultura de Pablo Picasso (Buho, aprox. 1951-1953) de escayola, metal, cerámica y goma. Obras que dan la visión personal del artista de lo que es el arte, y con la que podemos estar o no de acuerdo. Es el caso de Picasso que hace uso de cualquier posible elemento para producir arte: ayudándose de una cajita, una tapadera de lata, algunos clavos y alcayatas, junto con otros restos y unos pegotes de escayola, consigue dar vida a ese buho joven y algo desgarbado de la exposición. Podría ser una anécdota si no fuera que muchas veces es su historial lo que hace a la pieza ser más deseada, como es un reloj de Louis Moinet (1758-1853) que tiene todo el aire de una verdadera novela: en 1806 fue regalado a Napoleón por la ciudad francesa de Lyon. Años más tarde se salvó de un gran incendio gracias a que había sido robado; a continuación estuvo viajando "como una atración de feria" durante tiempo, y finalmente se pagó con él una factura de hotel que había superado todas las previsiones.
Lienzos, dibujos, cristal, plata, cerámica, un globo terráqueo (1640), tallas de madera, una pila bautismal (1250) y otros objetos reunidos en varias salas del museo, muestran el resultado del esfuerzo y la dedicación de la Fundación Rembrandt para conservar para Holanda el patrimonio artístico y enriquecer las colecciones de los museos. El cuidado con que está presentada la exposición, la distribución en las salas, la composición del color y el juego de luces en muros y vitrinas, hablan de la especial atención y detalle con que han sido tratados cada uno de estos ciento veinticinco grandes amores de los museos.
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lunes, 23 de marzo de 2009

Pensamiento

Eva Gonzales. París (1849-1883)
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Desde la quietud sumergida
me enfrento al amanecer violeta de las horas
provocando con su luz dormidas confidencias.

¡No son muchos los que saben cuánta vida ocultan mis silencios¡

miércoles, 18 de marzo de 2009

El color, el arte plástico y la literatura



Tiempo de nacimientos, reyes, pastores, y artistas que van buscando en el portal de Belén el manto de la Virgen María.

El hecho de que incluso hoy día los niños reconozcan en las representaciones artísticas la imagen del nacimiento de Cristo, se debe en gran parte a la elementaria expresión dramática de la composición: un recién nacido en un pesebre, desnudo, la madre a un lado, el padre al otro, un asno y un buey. Este tema fue desarrollándose en el periódo entre 1300 y 1550 hasta una imagen más compleja, con escenas extravagantes de figuras vestidas sorprendentemente, estrellas brillantes y extrañas apariciones de fenómenos naturales. La fuente original, en el Evangelio de Lucas (2:6-19), sólo es un par de líneas: la llegada de José y María a Belén, el nacimiento (establo, pañales), anunciación a los pastores. En sí una parca historia que a lo largo de los siglos se ha ido agrandando con nuevos detalles, hasta que en el siglo XV alcanzó su punto más culminante. Así se entiende la relación en estas representaciones artísticas entre las artes plásticas y la literatura, en las que ambas suministraban por turno el material para la composición.

Hugo van der Goes (1440-1482) nos lo da a conocer de una manera maestral. Dos de sus trabajos más representativos de esta aportación conjunta entre la literatura y la imagen son el tríptico La adoración de los pastores -un encargo de Tomasso Portini, que actuaba en nombre de la familia Médici- y el panel Adoración de los reyes, conocido también como Altar Monforte, por haber estado durante años en un convento en Monforte de Lemos, España. El artista narra la historia de Belén con sus pinceles, y plasma toda una gama de tendencias, telas y figuras para crear una composición simbólica entre el espacio y las medidas, acentuada por el ambiente, la expresión -manos, rostros, gestos- y el uso de color.

El color es una sensación; en el arte es un medio de expresarse. Según Cézanne "un cuadro no representa nada más que colores. Lo único verdadero en la pintura son los colores". En algunas pinturas es así; el color como protagonista nos descubre el arte, nos hace ver "la luz", aunque igualmente sea la luz la que nos deje ver el color. En cualquier caso los maestros en el dominio del color son los pintores que -eso es cierto- nos transmiten sensaciones. Así, con Vasili Kandinsky entramos en el mundo de la magia, Paul Gauguin nos hace sentir una vida intensa y sensual, con Paul Klee nos hacemos adictos como muestran sus palabras: "el color me tiene en su poder, me posee".

Con el surgir del Renacimiento a finales del siglo catorce, la luz adquiere importancia y el color se hace más libre, apareciendo claroscuros y sombras que resaltan el volumen y las formas en el espacio y pliegues en los ropajes. En esto último los pintores medievales no dispusieron de mucha libertad para dedicar su creatividad al guardarropa de la Virgen María. Se tuvieron que limitar a algunos de los personajes del entorno, como reinas, matronas, y posibles donatores. La imagen de María ha sido representada desde la alta Edad Media con frecuencia con un manto azul. Este color simboliza el cielo, y se refiere al papel de la Virgen María como reina del cielo. Además de esto el pigmento azul-ultramarino era en aquel tiempo el colorante más caro que se podía conseguir, y por lo tanto el más adecuado para una "pieza de altar", para mayor gloria de la Madonna. Obras de Pieter Breugel (Adoración de los Reyes), Rogier van der Weyden (Nacimiento de Cristo), Jacob van Utrecht (Nacimiento), Jacques Daret (Nacimiento), tienen el azul en sus mantos.

Un azul que me atrajo definitivamente fue el del manto en el que se envuelve María en una tabla de un panel de cuatro piezas (Nacimiento, anónimo aprox. 1400), de las que dos se conservan en el Museo Mayer van den Bergh, en Amberes. María está tendida sobre una colcha de valioso brocado, y el azul del manto destaca con intensidad sobre el fondo dorado. Al fondo de la tabla, una engalanada matrona atiende al niño desnudo en el pesebre, mientras en la esquina izquierda de la pintura, José está ocupado en hacer vendas de una de sus medias para envolver al niño. María arropada en su manto azul le observa. Una composición píctorica en la que el azul, una de las seis sensaciones cromáticas de la visión humana, destaca lo controversial de lo representado: el acento poético que el pincel hace resaltar –elegancia- brocados, oros, color, ropa- frente a las circunstancias de necesidad en las que se encontraba en aquel momento la Sagrada Familia. El color hace de todo una poesía.


Fuente consultada, datos y fechas:
www.kunstschrift.nl/95/home/

viernes, 13 de marzo de 2009

La pasión del pintor: a la dama del guante

Charles-Auguste-Émile Duran
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Tiembla el pincel adivinando contornos ocultos bajo la sobriedad de la época y busca en la elegancia el contraste de la luz. No hacen falta palabras: el hermetismo de la mirada aprisiona silencios de obligadas calmas, entre el amarillo celo y la desnudez de la pasión.

viernes, 6 de marzo de 2009

¡Siempre!


Eugene von Blass (1843-1931)
***
Siempre existirán sonrisas
que nos hagan olvidar los miedos agazapados.
Siempre volverá la vida
combatiendo el letargo de la palabra.
Siempre estará el espacio -esa tierra fértil-
donde peregrinan los azules amaneceres.
Siempre habrá una voz,
siempre un poeta.
Siempre. Será siempre.

martes, 3 de marzo de 2009

Luz y sombra


Laureano Barrau (1863-1957)
***
No quema el aire sino su ardiente aliento
que consume la paciente espera
con el indolente goteo sobre su piel,
destellos encendidos de vida
entre las titubeantes sombras.

domingo, 1 de marzo de 2009

Tiempo de lluvia

Gustave Caillebotte
***
Tenía que haber empezado por hablar de la lluvia diciendo que no necesito soñar con ella porque forma una parte de mi vida. Al igual que los tulipanes, los zuecos, los ríos anchos, los arenques, la falta de montañas, es la lluvia una constante en el pasar del tiempo. Fina o intensa, apacible o rebelde, acaricia la nostalgia y se hace compañera de los sueños despiertos, ahogando mis rebeldías con el arrastre del cansancio que brota en la siembra del destino. El ritmo que produce su llegada es melodía que adormece los anhelos, trayéndome la ilusión del mar imaginado cerca, y ayuda a hacer desaparecer los pájaros negros que a veces hacen nido en su ausencia. Por eso considero a la lluvia una buena amiga, a la que oigo susurrar en el silencio del paisaje; que me acompaña también cuando me va abandonando la memoria, con el repiqueteo perezoso de las últimas gotas y la algarabía alegre de unas aves retozonas que despiertan en un jardín engalanado de húmedos diamantes, allí donde la esforzada araña sigue reparando incansablemente la plata de su sedosa tela y una mariposa queda atrapada al querer secar sus volátiles alas.

jueves, 26 de febrero de 2009

Puesta de sol

Vicent van Gogh
Sauces a la puesta de sol
*****
No debe entristecerte lo corto de la vida…
Desprendida de tu savia,
la madre Tierra acoge en su tíbio regazo tu último suspiro.
En la humidad de la ofrenda verás recompensado el sacrificio:
mueres, para volver a nacer mañana.

jueves, 19 de febrero de 2009

El mar siempre

Alfred Bricher (1837-1908)


El mar
- esa especie de contenida zozobra -
invade el dolor de los ciclos
en cada abrazo húmedo que agrieta las orillas,
mientras la inmensidad de él esconde la incognita del azul
y tiñe de blanco sus contornos, en la entrega fiel de sus mareas.

sábado, 14 de febrero de 2009

A mi ángel


¿Qué hacer cuando el sueño roza mi piel levemente y me despierta?

¿Qué hacer cuando desde el silencio acechan sombras entre cortinas aladas,
dibujando miedos intensamente blancos en la pared?

A veces, en esas silentes horas, aniño la memoria
para recobrar el crecido recuerdo.

¡Qué será de mí cuando te vayas!

martes, 10 de febrero de 2009

Un día de playa

William Merritt Chase, 1849-1916


El viento abre surcos sonoros en el aire,
alto vuela un parasol,
unas gaviotas buscan el rumbo perdido
y gritan su descontento en un cielo que no se deja ver.
Las olas se levantan enfurecidas,
pagando con sus vidas la loca carrera hasta la playa,
el Levante, indomable y caprichoso, nos visita
esta mañana y nos obsequia con revoloteos de su carácter.

Recogemos las cosas y nos marchamos….
pronto habran desaparecido nuestras huellas en la arena.

domingo, 1 de febrero de 2009

Soledad



Paulus Bor (Holanda 1601-1669)

Me encontró la noche a solas con mi incertidumbre,
olvidada la luz y la noción del tiempo, huérfana de palabras,
extrañando tu voz en el oscuro silencio.
La realidad de esta desolada espera borró los sueños de mis recuerdos,
doblegando los deseos que brotaban en el corazón.

¡Qué larga se hace la ausencia!

lunes, 19 de enero de 2009

Pensamiento

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Cuesta encontrar la medida de lo justo,
el sentido necesario
para aceptar el lenguaje atrevido
que el tiempo va dejando sobre mi piel,
y me impacientan esas palabras tenaces
de rutina uniformada con innacesibles sueños,
cómplices de un solsticio cercano
que desconcierta poco a poco cada amanecer.

jueves, 15 de enero de 2009

Dudas


Frederick Lord Leighton (1830-1896)
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Íntimos paisajes juegan con agridulces sombras,
más allá del temor y los restringidos espacios,
en ese futuro que oculta la perezosa rutina
y desprende el lastre de la palabra y el tiempo…

Esclavos de aires y dictadas tendencias
se abrazan en silencio las dudas a los recelos,
en un resurgir vacuo de fútiles goces,
hasta que enrarecidas las formas, triunfa a trechos lo inalcanzable.