Francis Millet

Francis Millet

lunes, 27 de diciembre de 2010

El año que siempre llega


Vuelve entre delirios de relojes y arrepentimientos. Tan atractivo como todo lo nuevo, sus promesas de una distinta fortuna me retienen con palabras de felicidad y éxito; todo un brindis que me seduce. Sensaciones que me acercan al pálpito de las mejores cosas que yo busco con empeño. Aunque no tengo prisas, es él quien me impone su presencia en noches compartidas con imágenes de cambios y diáfanos amaneceres, pasión in crescendo hasta un futuro que tendrá una conjugación perfecta, un carpe diem tan deseado siempre, una constante hacia lo eterno, que me olvido de estos días blancos en los que necesariamente tengo que dejar huellas. Tránsito que se insinúa con la impronta de los meses y la evidencia tenaz de lo distinto. Cuando se acabe su estímulo me arroparé en trémulos reproches, y él volverá de nuevo a robarme el espacio con la esencia de un declive armónico y sincronizado. Su tiempo se hará entonces pretérito.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Identidad


La Gioconda
Leonardo da Vinci
Óleo sobre tabla. Museo del Louvre. París



Ella piensa
lo que no se atreve a decir con la mirada:
soy más que una esbozada silueta,
más que el curvado vértigo
de unos trazos de líneas y sombras,

soy más que ese silencio
que el pintor tergiversa en la tela …
Soy desnuda intimidad
de la que nacen pasiones y celos.







lunes, 6 de diciembre de 2010

Passionato


Giovanni Nanni, ilustrador italiano
(1888-1969)


Ha vuelto sobre mi piel
tu pasión escrita
con el rito sostenido de miles de ternuras,

rapsodia intrépida
que desnuda mis caricias sin reparos.
Ha vuelto tu mirada en calma,
lo indivisible,
el sortilegio de nuestros sueños,
el impulso que perdura,
tu boca obediente
que sigue las curvas y contornos de las noches.
Ha vuelto
la pimienta y lo dulce,
el fuego presto,
lo erecto y dinámico de nuestros deseos,
el sortilegio del beso en contradanza.
Ha vuelto la apasionada composición
-pentagrama universal-
donde los acordes dejan su ritmo sugerente.



viernes, 3 de diciembre de 2010

Caravaggio en Amsterdam

 

¿Un auténtico Caravaggio?



Hasta el 13 de febrero de 2011
Museo Rembrandthuis
Amsterdam


jueves, 2 de diciembre de 2010

En el umbral del invierno



En el umbral del invierno el frio coquetea perezoso
seduciendo su virginal tersura,
Fiel a sus azules
esperará la fugacidad del tiempo:
el blanco perderá en el barro su gélida sonrisa
cuando el sol, de nuevo, entregue sus encendidos recuerdos
a la tierra.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ada y Eva


Alberto Durero 1507


Amor mio, siempre seremos dos
en nuestro andar por la vida en paralelo.
Tu roce seguirá persistíendo junto a mí
en el camino peregrino de sesiones,
y aunque anhelemos el agua con intensidad
y sea bálsamo en caricia repetida y húmeda,
es ella también la que nos hará perder
el color y las huellas en lo viscoso del barro.

viernes, 19 de noviembre de 2010

La mañana


Monet, Amanecer



Perezas inconfesables
se enfrentan al reto de la luz
en el tumulto repetible de las horas
con la soberbia e intensidad
que le inspira la incógnita del tiempo


jueves, 11 de noviembre de 2010

Acudo a la cita de siempre


Thomas Pollock (1851-1912)




Acudo a la cita de siempre
vencida de antemano la pereza,
pero no recupero su voz ni su mirada
-que ahora tiene el color de los olvidos-
en un abrazo que no me reconoce.
Me recibe de nuevo
con el ritual de una travesía sin prisas y sin límites
en el claustro trazado por los años
cansados entre asombros estériles de dudas y recelos
con mi nombre perdido en todas sus historias trasnochadas,
imágenes errantes que irrumpen el espacio,
teñidas de silencios se disfranzan
hasta hacerse cómplices de los gestos.
Después vuelve el descanso
la soledad en fuga
las preguntas
el miedo
el no saber si habrá un mañana.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Impresiones de invierno




Es tan hermoso el silencio del blanco,
tan limpio,
que llega con ternura.
El color,
apenas sugerido,

deja huellas de azúcar y escarcha
en las pupilas,
y hace crecer imágenes de liviano peso
en el aire
como caricias de niebla.
Descubro en este paisaje inocente
el gélido aliento de los árboles,
y el agua quieta y sin ruidos
en breve rumor de luz que no cesa.
Mientras,
en el horizonte,
el blanco se asoma curioso
con la timidez de un niño sin prisas,
y en los jardines
hasta elfos y hadas hacen muñecos que sueñan,
y es tan hermoso,
el silencio,
con su acento de paz y nostalgias
que calla aterido el deseo

de un pincel que pueda escribirle palabras.

jueves, 28 de octubre de 2010

Rembrandt y Jan Six, una amistad en Amsterdam


Estos días cuelga en el museo Rijksmuseum de Amsterdam una de las pinturas que está considerada como la más hermosa del siglo XVII. Un caballero elegantemente vestido nos mira desde el fondo oscuro de un lienzo enmarcado. Parece estar a punto de salir a una cita galante; con la cabeza ligeramente inclinada y la mirada algo desinteresada, va poniéndose unos guantes marrones de piel, sin prisas ni inquietudes aparentes. Viste jubón gris -que se usaba para viajar o montar a caballo- y camisa de mangas largas blancas. Sobre sus hombros, algo suelta y como sin ganas, una capa roja con el cuello ribeteado en dorado. ¡Un hombe de mundo! Llama la atención la técnica pictórica empleada, informal -pinceladas con imaginado descuido- y al mismo tiempo, una precisión certera para determinar los detalles, como las huellas dáctilares que el pintor ha dejado en los ojales de la chaqueta. Es lo que hace de este retrato una de las obras más espectaculares mostradas en el museo.



Conocemos al autor, Rembrandt Harmenszoon van Rijn. Sabemos quien era el caballero retratado, Jan Six. Nació en 1618 en el seno de una de las familias más ricas y poderosas de Amsterdam. Tres meses antes de su nacimiento muere su padre, que había hecho fortuna en la industria del paño y de la seda. Disfrutó de una educación minuciosa. Estudió leyes en Leiden. Después de realizar un "grand tour" por Italia, regresa a Amsterdam donde se dedica al estudio, a la poesía, a coleccionar arte y a crear su propia biblioteca. No mucho tiempo después se casa con Margaretha, hija de Nicolaes Tulp*, médico admirado en su tiempo y que le introduce en los círculos del gobierno. Jan Six es nombrado en 1691 alcalde de Amsterdam.


Cuando se firma la "Paz de Westfalia" en 1648, que puso fin a la Guerra de los ochenta años, Los Países Bajos vivían ya su Siglo de oro. Esta nueva situación política contribuyó a afianzar el desarrollo y esplendor en el país y de manera destacada en Amsterdam, que se convertía así en una de las ciudades comerciales más importantes y en el centro bullicioso del arte y de las ciencias. Esto atrajo de manera especial a pintores y arquitectos. Rembrandt había llegado alrededor de 1625 a Amsterdam. Casado con Saskia, su padre era abogado, es aceptado por la burguesía acomodada de la ciudad. Fue inevitable que Jan Six y Rembrandt disfrutaran de una gran amistad. Vivían cerca y tenían interesese comunes. Se conocían ya desde cierto tiempo. Jan Six contaba con tres obras del artista que había comprado años atrás. Anna Wijmer, madre de Jan, había posado para él. Rembrandt hizo también el frontis para la obra de teatro escrita por Six, Medea, y dos bellísimos dibujos para su "Album Amicorum". Así pués, nada más natural que Jan Six fuera el siguiente personaje que inspirara sus pinceles.


La soltura que Rembrandt consigue reflejar en este retrato y la actitud de Jan Six están muy bien estudiados. Nos muestra un caballero con aplomo y saber estar -sprezzatura- como si el hecho de dejarse pintar fuera la cosa más natural del mundo. Con toda seguridad era así, para los que como él pertenecían a la burguesía distinguida. Es lo que vemos en este óleo, un gentleman, un buen militar y jinete, pero también un amante de las artes, que habla sus idiomas.


No tendrás muchas ocasiones de ver este retrato. Desde el siglo XVII es propiedad privada de la familia Six y sólo en contadas ocasiones es cedido para exponerlo al público. Hasta el 29 de noviembre tienes esa oportunidad en el museo Rijskmuseum de Amsterdam. Después Jan Six regresará al hogar de sus mayores.




*Nicolaes Tulp (lección de anotomía, Rembrandt)
*Sprezzatura (Castiglione, Il libro del Cortegiano)

domingo, 3 de octubre de 2010

Vicent van Gogh




Empecé a conocer a Vincent cuanto más tiempo dedicaba a su obra. Sin embargo él sería siempre para mí aquel chico raro, el joven solitario y excéntrico que no supo bien qué hacer con su vida. Había nacido en Zundert, a unos 15 kilómetros de Breda, un lugar de origen algo oscuro que me costó trabajo encontrar, y vivió en su infancia el ambiente calvinista de su casa, lo que no favoreció la relación con su padre. Me parece ver a aquel niño, falto de afecto, desconocedor de lo que le reservaba su corta vida. Ya con 16 años tuvo su primer empleo como vendedor de arte, y quizás sea en estos cuatro años que pasó en La Haya –los más felices y despreocupados que conozca- cuando empieza a interesarse por la pintura. Este período se alarga cuando es trasladado a la sucursal en Londres. Pero no parece que este trabajo le satisfaciera lo suficiente y lo da por terminado. Después de unos intentos de recobrar sus estudios, vuelve por cierto tiempo a casa de sus padres. La vida le tenía reservado otros planes.

He seguido sus pasos desde La Haya a Londres, desde esta ciudad a París y su regreso. Su vuelta definitiva a Francia. He leído las cartas a su hermano Theo, que siempre le apoyó. He observado sus pinturas y aquella obsesión –en sus comienzos- por la religión.Todo con el fin de saber más de él, de buscar explicación a su carácter, de poder comprender qué le hizo seguir el camino que tomó. Tuvo que sentirse muy frustrado al haber vendido sólo un cuadro mientras estaba en vida. Parece como si tuviera un presentimiento cuando dijo: llegará el tiempo en que descubrirán que mis cuadros son más valiosos que lo que he usado en pinturas. Tenía razón Vincent. Ahora, contemplando lo que considero broche final de su primera etapa –"Los comedores de patatas"- siento esa mano del artista, apresurada, poniendo en escena su preocupación por el mundo campesino. Haciendo verdad eso de decir con el pincel lo que no se puede decir en palabras.

Me gusta el Vincent de su época en París, con energías, con ganas de experimentar. Allí conoce a Toulouse-Lautrec, los impresionistas, y otros jóvenes como él que buscaban el triunfo por medio de la creatividad. Ya está olvidado lo oscuro de Nuenen. Es el momento de "Pere Tanguy", del empleo del color, la luz en su pintura, de interesarse por la naturaleza, de la importancia del paisaje. Y su encuentro con Gauguín, que dejará una marca intensa en sus vidas.

Vincent no ha tenido mucha suerte en su relaciones. Varias veces se ha visto rechazado. Enamorado de una joven que no le correspondía, intentó quemarse una mano. Desde entonces sus reacciones son imprevistas, peligrosamente apasionadas. Se ha instalado en Arles, en la "Casa amarilla", donde pinta "Girasoles". Invita a Gauguín. Pero su estancia termina tragicamente cuando después de una discusión e intento de ataque por parte de Vincent, este termina cortándose un trozo de una oreja. Desde ahora vivirá con el temor de perder sus facultades de pintar.

Ante su "Autorretrato" me asaltan las dudas. No es una mirada triste ni desvalida, pero es difícil llegar a saber la realidad de su comportamiento. Él mismo dijo lo mucho que costaba conocerse a sí mismo. En su pintura jugaba tanto con la verdad que la modificaba. Él era alguien que no daba importancia a las mentiras si estas eran más verdaderas que la verdad literal. Era sin lugar a dudas un hombre que sufría extremadamente esa soledad a la que sus circunstancias le habían condenado. Pero ¿fue ésto el motivo de su propia destrucción, o el no ver el éxito deseado? Se marcha a Auvers-sur-Oise. Su mano sigue fuerte y su pincel activo derrochando color y trazos.

Desde su "La noche estrellada" me hablan sus sentimientos. Se rebela el miedo en la intensidad y energía de las pinceladas, en el conflicto intenso de los contrastes. Hay movimiento, agilidad. Curvas y círculos. Se siente la violencia, la rebelión. Pero lo que más impresiona es el silencio. Es como una premonición.

Posiblemente no hay nada ya que pueda detenerlo. Dos días más tarde pone fin a su vida, su hermano Theo no lo abandonará ni un momento. Unos meses más tarde estarán ambos descansando en Auvers-sur-Oise.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Otoño



Me estremece la llegada del otoño, que se presenta despacio, sin prisas, tomando su forma y su sitio, deslizándose en nuestras vidas, apaciguado el deslumbrar primero del mutuo descubrimiento. Gozamos de la plenitud de nuestras sensaciones, avivadas por brotes de recuerdos, en la cumbre del camino que llevamos recorrido y esperamos con calma el comienzo del temido descenso. ¡Cuento contigo!, sé que
estás aquí, has estado siempre desde el principio, cuando el mar del sur hizo uno nuestros caminos. No necesito oír tu voz para sentirte, me enseñaste a escuchar en el silencio. Por eso abro mi corazón y dejo entrar a tu silencio, porque el amor, este amor nuestro, no necesita de las palabras.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Intento descifrar el lenguaje de los árboles


Camille Corot

Existe una gran diferencia entre un cuadro hecho y un cuadro acabado... La mirada del público está tan acostumbrada a esas piezas brillantes, limpias e industriosamente bruñidas que a Corot siempre se le reprocha que no sabe pintar. (Baudelaire)

0-0-0-0-0-0-0-0-0-0-


Intento descifrar el lenguaje de los árboles,
-murmullo medroso
como al descuido-
entre el verde aroma de sus hojas en celo.
Hay un cierto encanto
en el juego candoroso de las sombras,
monotonía en los atardeceres húmedos
del sentimiento.
Queda una herida abierta,
la fuerza incontrolable del viento
y las armas de los hombres,
siniestro obtáculo para una gravidez
sólida y fertil.


Abrazo los árboles transparentes de mi infancia.
Su rugosa piel asalta mis desvelos
y rompe en trazos lo horizontal del camino
cubriéndose de nombres,
algarrobos, tejos, olmos y pinsapos,
que sólo son huellas pétreas en el asfalto.
Un sinsonte pone voz a sus quejidos sin engaño
y a las palabras que no nos habíamos dicho.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Se desmorona el encanto


Antonio y Cleopatra (Alma-Tadema)


Indago interiores abiertos al diálogo,
peregrinación constante de palabras sin rastro y sin órden.
Un bullicio irónico desconcierta mi soledad cercenando futuros,
y me dejo vencer…

Me queda sólo descubrir el secreto de mis sueños, perdidos en el vértice de una agonía prematura, dónde las sombras del miedo se enroscan en las estridentes grietas del entorno. No me dejo aconsejar por las dudas e intento retomar el camino que discurre entre la inseguridad del silencio -melancólico y grave- y la sequía de lágrimas que padece mi piel. Me bastan noches que hayan perdido la magia de crecidas lunas, y cuelgue en el aire un desfallecido alborear.

!Qué hermosa visión para un mañana desesperado!

jueves, 26 de agosto de 2010

Ocaso


Jules Joseph Lefebvre 1836-1911


Imperturbable se somete a la vida:
ceder,
callar,
darse por vencido,
el miedo aferrado trémulo al tiempo que se extingue.

La mente a ráfagas intransitable
arrastra apresurada esquivos reflejos
y tiraniza en celo las gastadas risas:
vacio,
incertidumbre,
inquietud ...
de perderse en ese laberinto que oculta tenaz
descentradas palabras en la memoria.

Nada más hay y todo está pendiente:
cae el telón, se deslizan con retraso las imágenes.
Detrás se siguen apenas enhebrando ideas
en silencio.

martes, 24 de agosto de 2010

Invierno en blanco



algodón en rama,
aliento recortando el aire,
cristal empañado de caramelo,
fuego danzante y rojo en las mejillas,
y el olor alegre a doradas castañas...

jueves, 19 de agosto de 2010

Margarita



Te encuentro al amanecer
aliada al fresco aliento de los sueños.
¡Qué triste o alegre resonancia puedes dar a mi vida
cuando entre tus pétalos guardas el interrogante
si me quiere, poquito o nada.

martes, 17 de agosto de 2010

Al hilo de luna




                            Darío de Regoyos y Valdés: Claro de luna (Catedral de Burgos)


Versos de cristal y aire en el útero del tiempo,
palabras que fecundan en papel imágenes rotas.
Marineros de azules para tus hojas de lluvia
llevan besos y lágrimas con acentos de olvidos rebeldes,
madrigal que conjura hechizos y añora estrellas con descaro.
Es la voz de un paisaje de trayectos infinitos,
eclipses que seducen la luz en las miradas,
versos de cristal y aire en el sonoro ritual de los poemas.
Mientras tanto la esperanza sigue tejiendo promesas con hilos de luna.

jueves, 12 de agosto de 2010

A Francia, en un nuevo encuentro


(para todos aquellos que la tienen en su recuerdo)



Sinuosa
se entrega de azul y blanco
abrazada al verde extenso de la piel
dulce y fuerte,
levantado el vuelo sutil de la historia
que traza el camino bohemio del artista
con pinceladas de pastís y girasoles.
Brillante ocre se imagina paleta de pintor
alumbrados óleos de espacios y sonora luz
en cada raudo encuentro con la tierra en sazón
y noches rumorosas de apasionados insectos,
al tiempo que saciado de la vid
se ruboriza intensamente el campo de amapolas.

sábado, 12 de junio de 2010

Verde


Foto: cortesía de Carmen Amaralis Vega Olivencia


"Verde insondable:
oxígeno trasmutado de húmedas melancolias.
Lecho de sombras,
donde duerme el ensordecedor silencio
aprisionado entre luces y oquedades.
¿Me descubrirá tu piel el enigma sensual
que ocultan tus entrañas?"

viernes, 11 de junio de 2010

Hojas caídas




No debe entristecerte lo corto de la vida.
Desprendida de tu savia, la madre Tierra
acoge en su tibio regazo tu último suspiro.
En la humedad de la ofrenda verás recompensado el sacrificio:
mueres, para volver a nacer mañana.

martes, 1 de junio de 2010

Carpe diem


Claude Monet (1840-1926)

A veces se ausenta la armonía, y nos dejamos dominar por el impulso visceral que no atiende a razones. Se pierde el equilibrio entre la calma activa y la indiferencia, entre el silencio y las respuestas no escatimadas, verdadera contienda de la que son víctimas nuestras propias emociones. ¿Tendrá razón el filósofo cuando dice que la solución está en apartarnos de los sentidos, y aceptar que sólo es uno e invariable el camino, distanciándonos de la pluralidad? Qué difícil es llegar a un acuerdo cuando las contrariedades son imágenes cotidianas en nuestro paisaje, cuando son arrasadas las ideas en el torbellino de la disconformidad. Los sentimientos se decantan entonces por la lucha serena, controlada, por seguir la filosofía del continuo fluir de los sueños, por dejarse seducir por el atractivo amordazable del corazón. Sólo eso es lo verdadero, lo autárquico, lo que nos ayuda a distinguir lo opuesto del mal. Sólo eso consigue el sosiego, la calma, el placer de vivir el día a día, la recobrada paz.



miércoles, 26 de mayo de 2010

Desencanto




Qué camino tan torpe
siguen las voces contrariadas y tercas:
golpean disfrazadas de verdad el silencio perdido
y dejan que el eco rompa el aire de una tarde desesperada
de monótona vigilia.
El desencanto tiene entonces un parto prematuro.


miércoles, 19 de mayo de 2010

Siempre


Thomas Gainsborough (1727-1788)



Siempre existirán sonrisas
que nos hagan olvidar los miedos agazapados.
Siempre volverá la vida
combatíendo el letargo de la palabra.
Siempre estará el espacio -esa tierra fértil-
donde peregrinan los azules amaneceres.
Siempre habrá una voz,
siempre un poeta.
Siempre, será siempre.

viernes, 14 de mayo de 2010

Rompiendo lazos


Caspar David Friedrich


En espacios transitados por sombras y lamentos
se repliega la luz y pierde azules,
amordazado el aire de violáceas sorpresas.
Nada más que hacer,
no hay nada más que haga proscritos los presagios,
que crecen aliados con el incontenible tiempo.
Todo es incomprensión, todo descansa en lo opaco,
sólo el constante tañer de cristalizadas lágrimas
anuncian la llegada de un próximo exterminio
.

lunes, 26 de abril de 2010

El último viaje

(Dedicado a todos mis lectores)




"Difuntos ante el juez. Viaje por el reino egipcio de los muertos", en el museo Allard Pierson, en Amsterdam.

"Oh Osiris, tu te has ido, pero volverás, te has dormido, pero despertarás, has muerto, pero vivirás”, fragmento de los Textos de las Pirámides.

Mi nombre es Teuris, y pertenezco a una familia distinguida que desde generaciones vive en Hermopolis Magna. Esta es una ciudad importante y de gran influencia religiosa y política, consagrada a Hermes, a quien mis antepasados conocieron con el nombre de Thot. Los dioses han sido siempre generosos conmigo; he sido esposa y madre, incluso se me ha permitido disfrutar de una destacada posición en la sociedad. He tenido un hogar y bellos objetos. Aquí estaba mi casa y aquí he vivido hasta que comencé este viaje, de cualquier forma inesperado, hacia una meta en la que nunca estuve antes.

Nada estaba previsto; ayer era el presente, y ahora estoy al otro lado del tiempo. Apenas tuve margen para pedir ayuda al Conductor de las almas en este cambio de estado hacia el Más Allá. Para los que no me conocen puedo decirles que el artista que talló mi imagen en el féretro donde descanso, ha sido fiel a la verdad. Yo era aún jóven, pero en la inmovilidad a la que que estoy sujeta durante todos los siglos, ha perdido mi rostro lo expresivo del color. Mis cabellos recogidos en la parte superior tienen el elegante estilo romano que se llevaba entonces; calzo sandalias abiertas y me adorno con algunas joyas que fueron de mi familia. En mis manos sujeto una corona de flores, como símbolo de lo noble en mi vida. Mi herencia es el futuro.

En el principio todo era oscuridad y desconcierto. Manos expertas trataron mi cuerpo con cera de abeja y aceites aromáticos y me envolvieron en largas tiras de lino, pero reservaron mi corazón, centro de vida. En su lugar dejaron un escarabeo de piedra verde y diversos amuletos que me protegerán hasta que el espíritu regrese a mí. Hubo ofrendas y oraciones en una ceremonia funeraria que celebraron los sacerdotes de Anabis para devolverme las funciones de respirar, comer, oír, ver y hablar. El libro oculto de la mirada me acompaña también. Contiene casi doscientos proverbios que me garantizan la resurrección y me dan a conocer límites, espacios y todo lo que habita en el peligroso camino de todas las noches hacia el juicio de Osiris.

La primera condición para comenzar esta ruta es demostrar mi responsabilidad ante el tribunal de los dioses, negando cualquiera de las cuarenta y dos faltas que son posibles de cometer. Cuarenta y dos dioses, una misericordia para cada una de mis culpas, toda una lista de nombres y pecados. Para ti, hombre o mujer que me visitas, es la primera entrega que te hace el museo, y aunque quizás te resulte dificil de entender completamente, vivirás junto a mí el mismo recorrido y lo emocionante y peligroso del viaje por el reino de los muertos. Antes de seguir debo aún presentarme ante un segundo tribunal, que pondrá mi corazón en la balanza. Si no está en equilibrio con la pluma de Maat, será devorado por el terrible monstruo Ammit.

No tengo muy seguro el poder encontrar la meta, y a pesar de que no me acompaña nadie, no me siento sola con las escenas grabadas en el sarcófago y que me harán de guía hasta el final. Si te acercas puedes observar que a la derecha del féretro, además de las diosas Isis y Nephthys, está el escriba Thot con la balanza. Algo más apartado y adormecido por el humo del incienso se encuentra el siempre temido Ammit. A la izquierda, Osiris sentado en un trono, e Isis de pie a su lado. Pero también -si lo prefieres- puedes seguir recorriendo el museo y observar a estos y otros dioses en distintas funciones y circunstancias. Hay además papiros, imágenes, figuritas de madera y arcilla, dibujos y otros sarcófagos que ya no contienen a nadie. No temas dejarme atrás, mi fin es llegar a la Casa de Osiris.

Después de la puesta del sol, empieza la primera de las doce horas y la primera también de las doce puertas que me separan de la Duat. Me acechan penurias y toda clase de peligros, ríos que necesito navegar, caminos y sombras que ocultan seres temibles. Finalmente tendré que aceptar la sentencia. La culminación de este asombroso viaje tiene como meta el paraíso, los paisajes maravillosos que superan la riqueza y fertilidad de la tierra. Solo entonces "será devuelto el corazón al sitio que ocupaba en mi pecho". No me duele la muerte, pero temo las tentaciones, la condena al olvido, que mi nombre no perdure, pero sobre todo tengo miedo de la dualidad en la doble sentencia de esta peregrinación al Más Allá: por un lado la amenaza de un abismo de pesadillas y espantos, la destrucción, al otro están las infinitas promesas, donde lo imposible se hace posible, el día se convierte en noche, el tiempo repetido y la vida que vuelve a nacer.

Sin embargo, no es fácil. Cualquier soledad es preferible a la de estos dioses despiadados y sin sonrisas, que esperan mi caida. La idea de un lugar armonizado de querencias, de campos fértiles y aguas fresquísimas me consuela del trance. Ahora mi sueño es avanzar, revivir en cada amanecer el concepto cíclico de la vida, lo que se ha ido regresa, lo dormido despertará y lo que está muerto volverá a ser eterno, siempre, y en constante movimiento, perpetuum mobile; siempre esperando la respuesta del juicio final.

jueves, 22 de abril de 2010

Soy una retenida

Una nube cenicienta, que cuelga en alguna parte de Europa, me tiene retenida en Málaga. Yo no he llegado a verla, pero con toda seguridad tiene un carácter dictatorial que le permite imponer condiciones. Ahora parece que ya se está aburriendo de tanto incordiar y se está retirando hacia otros paisajes. Mientras tanto, después de mucho porfiar, me han concedido un lugar en uno de los aviones del próximo sábado.

domingo, 21 de marzo de 2010

Descubriendo a la mujer



Según ciertas culturas amazónicas, "existe una mujer que se inventa a sí misma, creándose a partir de cosas invisibles". Quizás estas palabras se pueden aplicar a todas estas mujeres que, queriendo ser ellas mismas, pusieron el carácter, la constancia y la decisión en el desarrollo de su talento artístico, desafiando imposiciones y diferencias que la marginaban. Durante siglos ha sido el hombre quien atraía toda la atención en el mundo del Arte, y en este caso en el de la Pintura.

Cuando visito un museo me sorprende siempre la escasa presencia de obras femeninas en sus paredes. En general, son contadas las exposiciones que han sido dedicadas exclusivamente a la muestra del trabajo de una sóla mujer. Lo curioso es que, según la Historia de Plinio, el descubrimiento del Arte de la Pintura se debe precisamente a una de ellas, que trazó mediante sombras el perfil de su amado sobre la pared. Sin embargo, para la mayoría parece difícil nombrar más de cinco de estas artistas que hayan dejado huellas a través de los tiempos. La realidad es que sí han existido pintoras pero sus obras han sido atribuidas a varones, maestros y preceptores que ya habían conseguido hacerse con un nombre y una posición, y en cuyos talleres podían desarrollar su capacidad. Algunas contaron con el apoyo de padres de mentalidad avanzada, y otras fueron aceptadas como damas en la corte, como Sofonisba Anguisola, donde encontraron facilidades para ejercer el arte con los pinceles. Una de las pintoras considerada con más talento fue Artemisia Gentileschi; sus obras son muy valoradas y se muestran en grandes museos, pero aún no ha habido nunca una exposición general de su obra completa.

La excepción está en el museo Frans Hals en Haarlem, Holanda, aunque para comprobarlo tengas que recorrer todo el museo hasta llegar a las últimas tres salas, donde se presentan alrededor de veinte lienzos de una de sus contemporáneas, Judith Leyster, nacida en 1609 en esa misma ciudad. No es una obra extensa, pero la artista no realizó mucho más de lo que conocemos ahora, aunque se ha descubierto más tarde, que algunos de sus trabajos habían sido adjudicados a la mano de su maestro Frans Hals. Así y todo fue la primera mujer que fue reconocida por el gremio de pintores como "maestro"; esto le daba derecho a tener un taller, recibir alumnos y vender sus propios cuadros. Fue llamada "estrella-principal", una estrella conductora que guia, inspirando en el Arte.

Ahora, para celebrar el cuarto centenario de su nacimiento el museo presenta esta pequeña exposición que nos da a conocer a una mujer atrevida en experimentar con sus pinceles y su técnica, certera en el trazo, combinando luces y sombras, líneas y color, escogiendo temas que la diferenciaban de las demás pintoras de su época al plasmar lo que entonces se llamó "figuras modernas", gente de su entorno, escenas domésticas, alegres, bebiendo y cantando, mujeres elegantes y hombres atractivos y seductores. Un ejemplo de esta conducta la encontramos en el lienzo La última gota, en el que dos hombres hacen alegremente buen uso de la bebida y el tabaco, ante la presencia atenta de un esqueleto, que con un reloj de arena parece advertirles sobre lo corto de la vida.

Uno de mis favoritos lienzos de Judith Leyster es "Jóven tocando la flauta". Delante de un muro sencillo y al mismo tiempo enriquecido de luces, algo descascarillado, donde cuelgan una flauta y un violín, un jóven, casi un niño, sentado en una silla con el respaldo roto, toca la flauta. El efecto de las sombras acalla el espacio, pero los detalles, el color rojo de la gorra, el blanco del cuello y en especial la mirada concentrada del jóven hablan de una composición valiente, y digna de una verdadera artísta de la pintura.

Valiente era sin duda Judith Leyster, que esperó su tiempo -unos once años en el taller del pintor y arquitecto Pieter Saenredam- hasta conseguir los privilegios de un maestro. Valiente y orgullosa de su trabajo y posición, nos muestra en su autoretrato a una Judith descansada y risueña, despreocupadamente sentada y vuelta al expectador, con un brazo sobre el respaldo de la silla. Vestida de una manera rica y elegante, adornada de costosos encajes que le dan un aspecto distinguido, podemos sentir sus emociones en el color, la suavidad y la transparencia de la piel. La elección de su postura, el movimiento, su actitud, la presencia de un ramillete de pinceles en su mano izquierda, nos presenta a esa mujer, valiente y orgullosa, que "se hace a sí misma" poniendo el carácter, la constancia y la decisión para desarrollar el talento; asertiva, pero que necesariamente habrá tenido que hacerse valer frente a las costumbres y prejuicios de su época. Casada y con cinco hijos, con toda seguridad tuvo que dejar de pintar y sólo se ha podido encontrar una acuarela con su nombre. *

· Curiosamente, durante la preparación de esta exposición, ha aparecido una nueva obra de Judith Leyster. Se trata de un bodegón; sobre una mesa un jarrón chino con tulipanes, lírios, azucenas y claveles, el fondo oscuro en contraste con la luz y el color de las flores. Firmado en el borde de la mesa: "Judith Molenaers, 1654". Llevaba ya diez y ocho años de casada.

jueves, 18 de marzo de 2010

A la busca del tiempo


Berthe Morisot 1841-1895

****

Quiso

detener el curso del tiempo,
el deslizar por el trazado de los años,
las prisas inagotables
que arrastran en su caudal miles de latidos,
enfrentarse al invierno,
como los árboles desnuda,
estremecida con la caricia fría del viento
sobre su piel añada por el latir persistente
de un reloj acelerado que sigue impávido
su carrera en la búsqueda de las sombras
agotadas en el suelo.

sábado, 13 de marzo de 2010

In memoriam




En la muerte de un poeta queda lo trágico del destino
de aquellas palabras
que obligadas a una orfandad prematura de ritmos y formas,
no romperán el silencio,
ni dejarán ya huellas en el papel.

martes, 9 de marzo de 2010

El secreto de Giotto


¿Está todo dicho?

***
Basílica Santa Cruz de Florencia

*****

Detrás de la fría luz
oculta la pupila presagios de dolor en la mirada.
Impasible el cielo
hace brotar en la herida noche un extridente grito,
preñando el aire de amenazadoras sombras.


foto:Reuters

martes, 2 de marzo de 2010

Muchacha en la ventana


Pintor: Salvador Dalí Domènech
Fecha: 1925



(recordando a Dalí)

Reclinada en la imprecisa ventana de la vida,
te haces aire para seguir el vuelo ensimismado
de tu alma que se desprende en el azul infinito
del silencio, y deja sombras enredadas en la fatiga.
Mientras, aún hay cosas sin hacer: una caricia
que no terminas de dar, palabras inacabadas,
un beso perdido en un rincón
y el tiempo, que derramado se va escondiendo
en el interior de la casa.
Hay cosas sin hacer, y ¡tanto que decirte! …

domingo, 21 de febrero de 2010

Desaliento


Walter Langley 1852-1922
Among the Missing - Scene in a Cornish Fishing Village, 1884

****

"¿Qué dolor es ese que presagia el silencio,
cuando ocultas tus pupilas entre acumuladas sombras?…
Es – quizás – el desaliento que te obliga a apagar
tus encendidas emociones,
o es la carencia de la luz que te hace ausente,
en algunos de los ciclos de tu vida…"

martes, 16 de febrero de 2010

Ausencia


James J. Tissot (Francia 1836-1902)
****


Se ha cerrado el libro y rescatado el silencio.
Aquellos que tú conoces
duermen sus sueños en las azogadas sombras.
Lo peor es el dolor
que sigue ciego el camino fácil de la herida,
mientras las horas -indiferentes-
intentan perfilar de ocre tu vencida historia.
Ciertamente el otoño llegará este año apresurado.

martes, 9 de febrero de 2010

Aburrimiento


"La Vertue Irresolue"
Elisabeth Vigée Le Bruin (1752-1842)
***


Estoy sola:
me embriago del silencio
y apuro el cáliz del desengaño
en un paraíso de inmóviles reclamos.
Pasión estéril,
quietud,
suplicio de una tarde invadida por la inercia,
sombras maniatadas
donde la tierra se entrega a la larga orgía de las horas.

Nada que hacer,
la noche está al acecho:
mis emociones
tienen ya perdido el latido retórico de la vida.

martes, 2 de febrero de 2010

"Estampaciones" de Alena Collar



Presentación en la Librería "Rafael Alberti" de Madrid: 11 febrero a las 19:99h.

Estampaciones

de la escritora Alena Collar
********

lunes, 25 de enero de 2010

A mi hermana



James Jesuba Shannon 1862-1923
*******



Me estoy mirando en ti y es como si me viese reflejada en el tiempo de la infancia, en aquellos días en los que los sueños eran protagonistas de nuestras historias. Descubro en tus ojos más de lo que creí tener perdido: sentir la tibieza del invierno y el olor dulzón de higueras y membrillos en los días aterralados del verano. Intimidad compartida en juegos y risas, muñecas rotas y libros, y un sinfín de secretos en ese mundo nuestro de azules y rosas, piñatas y cañas de azúcar. Imágenes guardadas en un viejo álbum, cubierto de esa pátina que da a las hojas el roce de los dedos. Era un transcurrir lento de los años, en los que el deseo de festejar se azuzaba con promesas de regalos y el anhelo de ser mujer, mientras el uniforme gris se nos iba haciendo pequeño.


Ahora, cuando los recuerdos empiezan a serme infiel, y el pasado toma un aire desvaído, me traes en tu voz estampas en blanco y negro a la memoria: mesacamillas, braseros, trajes de organdí, cortinas de cretona, la butaca derrengada en casa de los abuelos, … en un nostálgico carrusel, hasta que, paso a paso, vuelven a quedar inmóviles aquellas siluetas en el tiempo.

sábado, 16 de enero de 2010

Futuro próximo


Foto: "20minutos-es"



El peso de las voces somete a la palabra,
y despierta el amargo dolor de la tierra herida
que derrama su sangre en el límite infinito
de los sueños.
Muere el silencio:
el desorden bélico de los exaltados días
fecunda el aire de míseros presagios
y hace ahogar en sombras la esperanza.
Es entonces cuando, enroscado al miedo,
brota el abatido llanto de un niño,
y quiebra el vuelo una paloma muerta,
en madrugadas grises sin auroras.

jueves, 7 de enero de 2010

Impresiones


Deventer 6 enero 2010

****


Es tan hermoso el silencio del blanco,
tan limpio,
que llega con ternura.
El color,
apenas sugerido,
deja huellas de azúcar y escarcha
en las pupilas,
y hace crecer imágenes de liviano peso
en el aire
como caricias de niebla.
Descubro en este paisaje inocente
el gélido aliento de los árboles,
y el agua quieta y sin ruidos
en breve rumor de luz que no cesa.
Mientras,
en el horizonte,
el blanco se asoma curioso
con la timidez de un niño sin prisas,
y en los jardines
hasta elfos y hadas hacen muñecos que sueñan,
y es tan hermoso,
el silencio,
con su acento de paz y nostalgias
que calla aterido el deseo
de un pincel que pueda escribirle palabras.

domingo, 3 de enero de 2010

In memoriam



Lola Bertrand † 30 diciembre 2009



Lola,
siempre el mar,
el aire,
el impulso,
la pasión por la vida.
Lola,
la voz,
lo cercano de su afecto.
Lola y su corazón,
acentos, latidos, amistad generosa en confesiones,
Y sus abrazos de azul,
y aquella canción,
letras, historias y lágrimas.
Lola,
siempre,
desde el cristal,
familia, amores y sueños.

Hoy el mar está huérfano y ha entristecido sus azules,
en su entorno se ha hecho el silencio:
la arena acoge el trazo errante de un nombre
de quién por quererle era agua y sal, espuma y ola.



Vestida de mar, de Lola Beltrand

Me he vestido de mar
para fundirme en ti:
quiero colmarte de secretos sin voz,
de sueños,
extender mis brazos de lágrimas,
descubrir tu esfera
hasta mezclar mis algas con tu cuerpo.


Mi esencia:
hervidero de corales y de espumas,
enraíza en ti como la sal,
diluida íntegramente entre tus olas.

En ti, me siento el todo de la nada,
aplacada y audaz;
aquí soy para tus ojos seducción,
imán de tus sentidos,
inacabable caricia por todo tu perímetro;
y penetro tus poros hasta el fondo,
sin prisa por gozarte,
sin asfixia.


Me he vestido de mar para tentarte,
azul y blanca - traslúcida -,
cabalgo en la marea, inmortal,
en un tiempo sin tiempo,
sin manos,
sin ojos y sin boca.


Y por quererte soy agua y sal, y espuma y ola.

Toda yo,
partícula a partícula,
gota a gota: te necesito...