Francis Millet

Francis Millet

viernes, 7 de septiembre de 2012

Fujiyama





Está prohibida para mí
la senda que me acerca al samurái;
esperaré en el silencio la percepción del azul
mientras descansa el corazón del gigante
en la casa de los dioses.

2 comentarios:

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Creo que así es Fujiyama, un escurridizo y maravilloso volcán que guarda el paisaje de Japón y es tan adorado como temido.
Sus eternas nieves siempre le esconden y siempre le visten.
Visitarlo, pisar su cono de cenizas salidas desde la profundidad de la Tierra y contemplarlo tan enhiesto y majestuoso es querido por muchos pero realizado por pocos.

Un fuerte abrazo, querida Pilar.

Narci M. Ventanas dijo...

Imagen y texto perfectametne conjugados, ambos nos desplazan a lo infinito de la palabra y de la belleza.

Besos