Alfred Bricher (1837-1908)El mar
- esa especie de contenida zozobra -
invade el dolor de los ciclos
en cada abrazo húmedo que agrieta las orillas,
mientras la inmensidad de él esconde la incognita del azul
y tiñe de blanco sus contornos, en la entrega fiel de sus mareas.
- esa especie de contenida zozobra -
invade el dolor de los ciclos
en cada abrazo húmedo que agrieta las orillas,
mientras la inmensidad de él esconde la incognita del azul
y tiñe de blanco sus contornos, en la entrega fiel de sus mareas.
5 comentarios:
Tu mar, Pilar, que es el mío, que es el NOSTRUM, en su constante movimiento y oleaje, a veces exilio; otras, infinito regreso.
Sobre la retirada de la mar, que abandona las orillas, el vértigo; pues su sólo movimiento es la quietud.
Y en su calma,un roto jerogríflico donde la percepción no llega a comprender si la figura volaba o permanecía clavada por un eje de luz en el cielo vacío.
El mar, siempre el mar, que poder tendrá sobre la gente.
Y ese batir de olas qe nos ha dejado tus palabras. Gracias Pilar.
Saludos de interior pero soñando con mar.
Sr.Pilar:Agradezco y valoro enormemente su comentario a mi relato en La Fraga de Malvís,ahora que ya he visitados sus blogs y me hago cargo de a quién me dirijo,pues no tenía el placer de conocerla,ni a sus textos tampoco.Debo decir que escribe de una manera bien genuína.
Leerla,en vez de cansar,parece que relaja...es una opinión personal,claro está.
He enlazado asimismo con otros blogs que usted visita,he sentido curiosidad,pues se me hace extraña la literatura fuera de los libros,y,claro,en el pc "leo" más bien poco.
Sin más,y reiterándole mi agradecimiento,reciba un abrazo afecuoso.
Gracias por la lectura. Aprecio enormemente vuestros comentarios.
Correspondiendo a tu amable vista a mi blog, quedo sorprendido de tus maravillosas evocaciones poéticas.
Felicidades por el blog
Un abrazo
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