Francis Millet

Francis Millet

lunes, 10 de enero de 2011

Meditaciones sobre el poema


Dante en el exilio



Oscila el silencio
entre el origen de las cosas
y la fuente de sus propias exigencias.
Inédita golpea la palabra
-se modifica-
desde un rescoldo de acentos marginados
que balbucean el párrafo infinito,
las alineas,
en un zig-zag mudo que provoca
el paso más allá fuera del tiempo.
El estilo en entrega y conjugaciones,
necesaria la magia del diálogo,
el sortilegio,
la imagen enhebrada al lenguaje transeúnte.
El verso cobra vida,
vida y sueño como una misma cosa,
un recoldo de luces
en las ascuas de la pasión
y lo más íntimo del rito fecundo.
Semilla para un poema de nuevo vulnerable.

3 comentarios:

Narci M. Ventanas dijo...

Los versos cobran vida entre tus dedos, desde tu alma y nace el poema, que es tuyo, pero en tus lectores crece y se crece.

Besos

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Muchas gracias Pilar por tus visitas y comentarios. Yo también vengo a menudo por tu sitio . Nos leemos. Un abrazo.

Baruk dijo...

Cuando hay pasión en él, ciertamente creo que es como dices, el verso cobra vida y sueño como una misma cosa.

Una gran frase Pilar, que reluce entre tus bellas palabras.

Un abrazo y Buen Año 2011


**