Francis Millet

Francis Millet

martes, 8 de marzo de 2011

El libro de horas


Robert James Gordon



Cómo recorre su camino etéreo
el gesto cómplice,
la imagen en retorno,
el llanto tenue de la hiedra
que envidia el cálido acento de la memoria en rosa.
Cómo se inclina ante las páginas huérfanas
enfrentando la palabra a fuentes insondables,
la voz decayente y la tinta estéril
sin tránsito a paisajes ni mañanas.
Cómo oculta el miedo a las frases dispuestas a partir,
a ese eco apresurado y de dificil interpretación
que aborta en el papel todas las letras sin futuro …
Cómo se desnuda del lastre del espacio y de un otoño de esclavitud
cuando busca verbos y un alfabeto por conquistar
para escribir historias vírgenes y sin sujeto en el libro de horas de su vida.

4 comentarios:

Diana de Méridor dijo...

Muy bello, madame. En ese libro las horas parecen transcurrir lentamente, sin prisas, deleitandose el tiempo en la belleza del momento.

Buenas noches

Bisous

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Sí, a veces debe temerse a la partida desde el espíritu de frases que son vírgenes.
El espacio y el tiempo no han influido en ellas sino para recrear el paso sosegado de las horas al pensarlas y escribirlas.
La suave lentitud serena la conciencia e impacienta a la imaginación.
Excelente elección, Pilar.
Un saludo.

desdelaterraza-viajaralahistoria dijo...

Me gusta descubrir junto a tus poemas la obra de pintores poco conocidos (al menos por mí). Un saludo.

fgiucich dijo...

Cuando el espíritu necesita del regocijo de la lectura. Abrazos.